jueves

Cuentos de la entrepierna...


Sólo existe una famosa referencia a Baubo en los escritos de la Antigüedad, lo cual parece indicar que su culto fue destruido y quedó enterrado bajo la estampida provocada por las distintas conquistas. Tengo la corazonada de que en algún lugar, quizá bajo las boscosas colinas y los lagos de Europa y de Oriente Próximo, hay templos dedicados a ella, incluso con objetos e íconos óseos. Por consiguiente, no es de extrañar que muy pocas personas hayan oído hablar de Baubo, pero no olvidemos que un retazo de arquetipo puede contener la imagen del todo. Y el retazo lo tenernos, pues conservamos un cuento protagonizado por Baubo. Es una de las más seductoras y pícaras divinidades del Olimpo.
 Ésta es mi versión de cantadora, basada en el antiguo y salvaje vestigio de Baubo.
 Deméter, la madre tierra, tenía una hermosa hija llamada Perséfone que un día estaba jugando en un prado. De pronto, Perséfone tropezó con una preciosa flor y alargó las puntas de los dedos para acariciar su bella corola. Súbitamente el suelo empezó a estremecerse y un gigantesco zigzag rasgó la tierra.
 La pequeña Baubo siempre me ha gustado mil veces más que cualquier otra diosa de la mitología griega, quizá más que ninguna otra figura. Procede sin duda de las diosas del vientre neolíticas, unas misteriosas figuras sin cabeza y, a veces, sin brazos ni piernas. Nos quedamos cortos diciendo que son “figuras de la fertilidad”, pues está claro que son mucho más que eso. Son los talismanes de las conversaciones femeninas, es decir, de la clase de conversación que las mujeres jamás mantendrían en presencia de un hombre como no fuera en circunstancias extraordinarias.
 Además, la pequeña diosa del vientre Baubo nos recuerda la interesante idea de que un poco de obscenidad puede ayudar a superar una depresión. Y es verdad que ciertas clases de risa, la que procede de todos esos relatos que las mujeres se cuentan, esos relatos tan subidos de tono que rayan con el mal gusto, sirven para despertar la libido. Vuelven a encender el fuego del interés de una mujer por la vida. La diosa del vientre y la risa del vientre es lo que nosotras buscamos.sincero nivel de verdad.
 ¿Qué otra cosa se puede decir sino que Baubo habla desde el barro madre, la profunda mina, literalmente desde las profundidades?
-Clarissa Pínkola. "Mujeres que corren con lobos"
  capítulo 11.-Baubo; la diosa del vientre.
  Buen Viaje...
 un día menos para el Encuentro... Allí reiremos con la entrepierna...;) vamos a ir practicando... como dice Clarissa; "Baubo posee otra característica; ve a través de los pezones. Para los hombres es un misterio, pero cuando se lo comento a las mujeres, éstas asienten enérgicamente con la cabeza y dicen; ¡Ya sé lo que quieres decir!”... ;)
 vamos a mirar con los pezones...
  AuuuuuuuuuuuuU*
 .compartï2... ;) 

2 comentarios:

  1. LOBA COLORÁ, QUE DECIRTE???ABSOLUTAMENTE MARAVILLOSO... SI O SI, BAUBO Y LA LIBIDO SE HACEN "UNA"... NICE... * * *

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    1. ;))) Un Placer .compartir alrededor de Baubo... Gracias Sandra*

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