viernes

El Lugar donde habita la loba...

 En el lugar donde vive La Loba, el cuerpo físico se convierte, tal
como escribe el poeta Tony Moffeit, en “un animal luminoso”,

y parece ser que, por medio de los relatos anecdóticos, 
el pensamiento consciente puede fortalecer o debilitar 
el sistema inmunitario corporal.
 En el lugar habitado por La Loba los espíritus se manifiestan como personajes y La voz mitológica de la psique profunda
habla como poeta y oráculo. Una vez muertas, las cosas que poseen
valor psíquico se pueden resucitar. Además, el material básico de
todos los cuentos que ha habido en el mundo se inició con la
experiencia de alguien que en esta inexplicable tierra psíquica
intentó contar lo que allí le ocurrió.



 El lugar intermedio entre los dos mundos recibe distintos nombres.
Jung lo llamó el inconciente colectivo, la psique objetiva y el
inconciente psicoide, refiriéndose a un estrato más inefable del
primero. Consideraba el segundo un lugar en el que los mundos
biológico y psicológico compartían las mismas fuentes, en el que la
biología y la psicología se podían mezclar y podían influir mutuamente
la una en la otra. En toda la memoria humana este lugar —llámesele
Nod, el hogar de los Seres de la Niebla, la grieta entre los mundos—
es el lugar donde se producen las visiones, los milagros, las
imaginaciones, las inspiraciones y las curaciones de todo tipo.
 Aunque el lugar transmite una enorme riqueza psíquica, hay que
acercarse a él con una cierta preparación, pues uno podría ceder a la
tentación de ahogarse gozosamente en el arrobamiento experimentado
durante su estancia allí. La realidad correspondiente puede parecer
menos emocionante comparada con él. En este sentido, estos estratos
más profundos de la psique pueden convertirse en una trampa de
éxtasis, de la cual las personas regresan tambaleándose y con la
cabeza llena de ideas inestables y manifestaciones insustanciales. Y
no debe ser así. Hay que regresar totalmente lavados y sumergidos en
unas aguas vivificantes e informativas que dejen grabado en nuestra
carne el olor de lo sagrado.
 Toda mujer tiene potencialmente acceso al Río bajo el Río. Llega allí
a través de la meditación profunda, la danza, la escritura, la
pintura, la oración, el canto, el estudio, la imaginación activa o
cualquier otra actividad que exija una intensa alteración de la
conciencia. Una mujer llega a este mundo entre los mundos a través del
anhelo y la búsqueda de algo que entrevé por el rabillo del ojo. Llega
por medio de actos profundamente creativos, a través de la soledad
deliberada y del cultivo de cualquiera de las artes. Y, a pesar de
todas estas actividades tan bien practicadas, buena parte de lo que
ocurre en este mundo inefable sigue envuelta en el misterio, pues
rompe todas las leyes físicas y racionales que conocemos.

 Clarissa Pínkola. "Mujeres que corren con lobos"

No hay comentarios:

Publicar un comentario